Yedra Cocina Salvaje - Colegiales
- Entre Tostadas
- 1 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Hace unas semanas pasamos por Yedra, un pequeño local de comida silvestre en el barrio de Colegiales. El espacio es reducido, tiene unas pocas mesitas y una barra mirando al ventanal, pero tiene una vibra muy linda y relajada, ambientación tranquila y decoración simple. El concepto que tienen es de ir preparando distintos platos que se piensan en el día con los mejores productos y son súper originales, con combinaciones de ingredientes pocas veces vistas.
Habíamos escuchado hablar del brunch de este lugar, con lo cual consultamos las opciones de su menú: cuenta con 3 opciones dulces y 3 saladas que van variando cada fin de semana, de las cuales hay que elegir una de cada categoría, más un café con leche y un vaso de limonada por $230. También se puede optar por una sola opción (o la dulce o la salada). Nosotros elegimos como salado los huevos revueltos con tostadas, brócoli, panceta y ensalada de col, y como dulce las french toasts con banana y arándanos. Si bien está pensado para 1 persona, lo pedimos para compartir entre 2 y alcanzó perfecto, agregando un café con leche por $45.
Las french toasts nos encantaron! Fueron de las mejores que probé, realmente. Bien blanditas, nada quemadas, con mucho gustito a canela que queda perfecto con las tostadas francesas. Lo que sí, yo las serviría sin la crema ya que tenía demasiada cantidad y en mi opinión les saca protagonismo al sabor tan perfecto de las french, y hace que se enfríen más rápidamente. La fruta acompaña muy bien. El plato de huevo, por otro lado, nos gustó mucho sobre todo porque el huevito estaba muy bien cocido y condimentado, y mezclarlo con el brócoli y la panceta más las tostaditas de pan es riquísimo. Lo que no nos convenció mucho del plato fue la ensalada, que tenía más zanahoria que col, traía mucha cantidad en relación con los otros ingredientes del plato, y le faltaba un poco de salsita o algo para hacerla menos seca. En general este último plato estuvo muy bien, aunque también pensamos que le faltó un poco de presentación y producción (parecía algo que podíamos preparar nosotros en nuestras casas).
En resumen, en cuanto al sabor todo estuvo rico, las porciones están bien de tamaño, y el precio es acorde a lo que se sirve (y mucho más económico que otros brunch). La atención fue muy cordial, pero la realidad es que tardan bastante en atender y preparar los platos, siendo que no había muchísima gente porque el local como dije es chico, con lo cual ansiosos: abstenerse! Pero si van relajados y con tiempo, definitivamente es una experiencia que van a saber disfrutar.
Dirección: Ramón Freire 896
