Gula - Nuñez
- Entre Tostadas
- 26 jun 2017
- 4 Min. de lectura
Experiencia Junio 2017:
Volvimos a Gula después de 6 meses (un montón!) de no haber pasado. Para detalles sobre el lugar y lo que nos pedimos la primera vez, sigan leyendo que más abajo está la "experiencia diciembre 2016". El ambiente sigue teniendo el mismo aire romanticón que aquella vez, informal y simple, pero alegre. Nos volvimos a pedir el brunch ($450) ya que le hicieron varias modificaciones: reemplazaron el huevo revuelto por un mini omelette de jamón y queso, agregaron 2 biscuits dulces y 2 salados, y unas medialunas. Después la esencia del brunch sigue siendo la misma: tostaditas con 3 dips distintos, un sandwich de jamón y queso, una mini cake a elección (esta vez fui por algo más chocolatoso!), las 2 infusiones y los 2 juguitos bien naturales y exprimidos en el momento.
Lo que me gusta de Gula es su sencillez y su autenticidad: Pilar y Hernán le ponen todo el amor del mundo a este café de Nuñez, y eso se refleja en la elección de su carta y sus productos (se esfuerzan por mantenerse relevantes y al día, de hecho pronto se vienen nuevos cambios!). El brunch renovado me gustó mucho: Son bastantes ingredientes bien presentados, les diría que nos ocuparon las dos mesas enteras! Lo primero que uno nota, además de la abundancia de alimentos (por dónde empiezo!?), es el hermoso latte art de los cafés. Nos tocaron un gatito y un osito de lo más tiernos, y pocas veces vistos en otros locales de café. Imposible no sacarles una y mil fotos! Después, todos los platos son como partes de distintos desayunos. Siempre digo que hay dos tipos de brunch: los que mezclan platos salados de almuerzo con opciones de desayuno (más similares a los originales brunch estadounidenses), y los que son adaptados al paladar de los porteños y se conforman por una mezcla de distintos desayunos. El brunch de Gula responde más al segundo grupo: es una mezcla de todos los desayunos que uno ama y que quisiera comer todos los días, y Gula nos da la oportunidad por una vez de no tener que elegir!
Lo que más nos gustó en esta oportunidad fue el lingote brownie (con dulce de leche, merengue, relleno de chocotorta y salsa de chocolate, una BOMBAAA). No SABEN lo que es, por dios! El brownie es bien húmedo, y todo lo que tiene por encima lo hace una explosión de sabor en la boca, increíble! Las tortas de acá son imperdibles, la vez pasada pedimos el cheesecake y también era una cosa fenomenal! Después nos gustaron mucho las medialunas, bien frescas y dulces, se deshacían en la boca. El omelette estaba muy pero muy delicioso, yo lo hubiese cocinado un poco menos tiempo, pero de todas formas es riquísimo y en presentación queda mejor que el huevo revuelto que servían anteriormente (ah! y por dentro tiene un montón de trozos de jamón) El sandwich casi no lo pudimos comer (porque ya era mucho para 2 personas!), pero probamos un poco y estaba muy pero muy rico, sobre todo el pan. Los biscuit son excelentes, me hicieron acordar a cuando los comía de más chica, aunque personalmente los serviría sin el queso crema y la mermelada ya untados porque hace que se humedezcan un poco. Las tostadas no fueron las protagonistas esta vez, ya que para nuestro gusto estaban cortadas muy finitas y tostadas demasiado crocantes, lo que hace que no se pudieran distinguir los distintos sabores de los panes (que ya sabemos, son exquisitos! En especial el de avena y miel). El juguito exprimido es otra cosa espectacular, ya que vienen dos jugos bastante grandes (no los típicos vasitos chiquitos) y el sabor es fresco y natural, como debe ser un jugo recien exprimido!
Muy bueno el brunch de Gula! Recuerden que se puede abonar sólo en efectivo.
Dirección: Av. Crisólogo Larralde 2801 (Nuñez)
Experiencia diciembre 2016:
Prepárense para un brunch 10 puntos! Gula es un lugar chiquito (pero con mucho encanto) en el barrio de Nuñez. Tiene decoración bien sencilla y simple, pero con algunos detalles que enamoran, como la colección de plantitas colgadas de una pared, los cuadritos con frases inspiradoras, o las lámparas hechas con pirotines de cupcakes. Todo en sus característicos colores pasteles: verde agua y violeta.













Nos atendió Hernán, uno de sus dueños, con total cordialidad. Están renovando la carta, con lo cual fuimos por la opción segura de lo que había en ese día: el brunch. Esta opción aparece en una de las pizarras del lugar, donde se describen todos los ingredientes que el mismo incluye, y una astuta aclaración que advierte que puede ser para hasta 3 personas. Sí, es una B-O-M-B-A.
Tuvimos que apretujar un poco cada uno de los protagonistas de este exquisito brunch para que entraran en la mesa. Qué festín! Lo primero que noté fue, claramente, el café con leche con un gatito dibujado en arte latte. Es un detalle que no pasa desapercibido, nos encantó! Y vienen dos juguitos de mandarina exprimidos, bien naturales y refrescantes, y de un tamaño ideal para acompañar al abundante brunch. Arrancamos probando la tentadora variedad de pancitos tostados con los dips de queso crema, mermelada de frutos rojos y dulce de leche. Vienen las siguientes variedades: avena y miel (una fiestaaa, fue mi favorito), integral, focaccia, y pan de queso. Realmente todos los panes fueron exquisitos, y con los dips quedaban excelentes. Todo caserito, rico, y abundante. Qué más se puede pedir? Luego pasamos al tostado de jamón y queso (elemental en un brunch), también súper delicioso, y con una nueva variedad de pan: cebolla y queso. El huevo nos pareció la parte más floja: viene una porción bastante chica, y estaba un poco pasado de cocción. Igualmente, zafaba. Por último pero no menos importante: la cheesecake de frutos rojos. Creo que ésta fue la mayor sorpresa de todas. Nos pareció de una calidad superior, muy pero muy rica, y con varios pedazos de auténticos frutos rojos (frambuesa, arándanos, frutillas...). Espectacular!!













Qué lindo es cuando nos vamos de un lugar, no sólo con la panza llena, sino con el corazón contento. Así nos sentimos cuando nos fuimos de Gula. Nos sorprendió gratamente!
Dirección: Av. Crisólogo Larralde 2801