Establecimiento General de Café - Retiro
- Entre Tostadas
- 19 oct 2016
- 2 Min. de lectura
El lugar: Pasé varias veces por la puerta de esta sucursal de Establecimiento General de Café pero hasta ahora no había tenido oportunidad de conocerla. Al entrar la verdad es que me sorprendió: cuenta con un espacio muy amplio, varias mesas de distintos tamaños y estilos, todo impecable. Definitivamente es uno de esos lugares donde se puede ir a merendar y estar cómodo, y no conformarse con la única mesita chiquita que queda libre. Una vez dentro, te invade el olor a café recien preparado. No hay dudas que ésa es su especialidad. También ofrecen bebidas en base a café, como frapuccinos, té frío, variedad de jugos naturales, entre otros, siempre enfocándose en la calidad de sus productos.
El desayuno: Nos fueron trayendo algunas de sus especialidades, remarcando que todo lo hacen de forma casera (y se nota). Lo primero que nos ofrecieron, como se podrán imaginar, es el café: un espresso con un poco de leche aparte (ya que por lo general no tomo café solo, pero quería probar su gusto en su totalidad, sin ningún otro ingrediente en principio, después le fui agregando leche a gusto). Qué café más genial! Estaba muy pero muy rico. Si bien no soy catadora profesional de café les puedo confirmar que tanto su sabor como su aroma eran tentadores y de primera calidad. Un plus: viene acompañado de granos de café bañados en chocolate. Para comer, primero nos ofrecieron una exquisita cheesecake de maracuyá. Miren esa presentación! Su sabor no nos defraudó: estaba súper cremosa, con el toque justo de maracuyá, muy suave, sin ser un sabor invasivo. Luego nos trajeron unos copitos de chocolate rellenos de dulce de leche (MUCHO dulce de leche). Adivinaron: también caseros. De tamaño son bastante contundentes, y de sabor son una bomba con todas las letras! Nada tienen que envidiarle a los de la famosa marca de alfajores :P . Para acompañarlos, pedimos un jugo de naranja y otro de pomelo, exprimidos en el momento. Por último, nos deleitaron con unos scons calentitos, con queso crema y mermelada. Si bien todo estuvo delicioso, esta última fue la parte de la merienda que más me gustó, y que más se adapta a lo que me pediría normalmente en un desayuno o una merienda. Los scons eran de tamaño normal, y el hecho de que estuvieran calentitos les sumó 1.000 puntos. Realmente se deshacían de lo frescos que estaban. La presentación en este caso también fue muy buena, ya que venían los dips en los típicos frasquitos de vidrio, que ahora están muy de moda y demuestra que prestan atención a los detalles. El servicio que recibimos fue excelente, tanto del dueño y el jefe de cocina como de los mozos.
Resumen: Recomendado para pasar a merendar después del trabajo y probar sus delicias 100% caseras con un café de primera.
Dirección: Reconquista 591








