LAB Training Center

Sería muy extraño leer sobre LAB y que no te despierte ganas de ir a conocerlo! Fuimos a sacarnos la curiosidad...

El lugar: El espacio que ofrece LAB es bastante reducido, con muy pocos lugares para sentarse. La sencillez abunda ante todo, concentrándose en los distintos sabores y tipos de café que ofrecen, y en su barra donde se preparan. Es autoservicio, con lo cual uno realiza su pedido al entrar y lo espera antes de ir a sentarse (si conseguís lugar). Igualmente cuando fuimos, conseguimos una de las mesas del fondo, ya que no había mucha gente. Realmente me pareció que ofrecían muchas cosas interesantes, pero que no nos fueron explicadas apropiadamente o con mucho entusiasmo, con lo cual recurrimos a pedir lo más común, que era lo que pudimos entender del menú (hay parte en la columna a la izquierda, y parte en una pizarra arriba).

El desayuno: Pedimos un café con leche, un capuccino, dos bagels (cada uno con un tipo de semilla diferente) y un muffin de arándanos. Tienen un lindo detalle, que es que escriben tu nombre en el plato del café. Ambas bebidas estaban buenas, pero con el capuccino esperábamos otra cosa (el típico vaso alargado, con crema, canela, etc). El bagel muy rico, pero no contaban con mermelada, sólo queso crema, lo que nos pareció extraño. Y el muffin estaba bueno, pero nada del otro mundo. Sin dudas hubo una parte de la experiencia que no pudimos aprovechar. Me quedé con ganas de probar algún budín, tenían buena pinta.

Resumen: Para conocer una nueva experiencia.

Dirección: Humboldt 1542